Si quieres saber cuáles son tus zonas erógenas, o las de tu pareja, la invitación es a explorar todo el cuerpo para descubrirlas. La manera de saber cuáles son nuestras zonas erógenas es la experimentación. Entonces vamos a descubrir lo que nos gusta, por más que se diga que tal o cual zona del cuerpo es erógena no quiere decir que esté bien o mal que disfrute con otra zona de mi cuerpo, esto es, se trata de no reducir la experiencia a lo que se nos da socialmente como ya conocido. Porque a veces no sabemos qué puede nuestro cuerpo, de qué afectos es capaz, hasta dónde puede llegar nuestro territorio, hay que probar. Muchas veces nos sentimos tristes o frustrados porque nuestros deseos y necesidades son diferentes de los que la sociedad espera y por ello nos critican, burlan o rechazan. A no sentirse mal si tu zona erógena no es la del común de las personas.
Link para escuchar la columna de sexualidad del martes 11 de abril de 2017
María Marta Castro Martín