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Educación sexual integral en el nivel inicial
de Maria Marta Castro Martín - lunes, 25 de enero de 2016, 11:48
 

El saber de  acerca de nuestra sexualidad favorece el desarrollo de cualquier persona. Por otro lado el conocimiento brinda la posibilidad de ir tomado decisiones acertadas  que favorezcan el tener una vida plena.

Cuando brindamos educación sexual, estamos facilitando saberes que tienen que ver con aspectos biológicos corporales, afectivos, cognitivos y relacionales. Nuestro cuerpo es fuente de comunicación, afecto, ternura y placer. En el comportamiento sexual del ser humano tienen gran influencia factores de carácter socio-cultural, dado que la nuestra es una conducta social y, como tal, es interpretada y regulada por la sociedad. Por lo tanto se hace imprescindible que los niños y las niñas sean educados en dicha temática para poder manifestar su sexualidad de manera libre y responsable, con conductas acordes a los diferentes ámbitos de manera social y culturalmente adecuada.

Los niños y las niñas siempre aprenden hechos, actitudes y conductas sexuales de las personas adultas que les educan, tengan éstas o no conciencia de ello, incluso cuando lo que predomina es el silencio o la reserva, puesto que no hablar de estas cuestiones es ya un modo de comunicar mensajes. Hay que recordar que la gran mayoría de los aprendizajes se dan por imitación; los modelos que ven, perciben e intuyen tienen, por tanto, mucha trascendencia. Tomar conciencia de estos hechos es el primer paso para empezar a hacer positivo este aprendizaje.

Si se reconoce que la sexualidad es algo que somos y que nos constituye como seres humanos, entonces es fácil aceptar que la educación sexual es fundamental y básica para el desarrollo de una niña o un niño.

La inclusión de la Educación Sexual Integral  en el marco escolar y en éste caso específico en las aulas del jardín de infantes reafirma la responsabilidad del Estado en lo que hace a la protección de los derechos de los niños, niñas y adolescentes.

Recordemos que  la Argentina es signataria de todos los tratados internacionales de Derechos Humanos, los cuales tienen jerarquía constitucional a partir de la reforma realizada en 1994 (Art. 75, inc. 22) de la Constitución de la Nación Argentina.

Particularmente, la Convención Internacional de los Derechos del Niño (Naciones Unidas, 1989) reconoce, especialmente en los Artículos 12, 23, 24 y 26, a los niños, niñas y adolescentes como sujetos de derecho, con capacidad para opinar, participar y desarrollar sus propias creencias e ideas, a fin de que se involucren en todos los actos referentes a su vida, su salud y su intimidad. Lo que implica un compromiso a colaborar en que cada niño o niña sea un sujeto de derecho y así mismo se le den las oportunidades de ejercer los Derechos Sexuales Universales (aprobada por la Asamblea General de la Asociación Mundial de Sexología (WAS) el 26 de agosto de 1999, en el 14º Congreso Mundial de Sexología, Hong Kong),que implican respetar sus creencias, salud e intimidad.

Las metas que debemos tener presentes a la hora de brindar educación sexual son

Las metas que debemos tener presente son

Ø Proporcionar información exacta y científica sobre el crecimiento y desarrollo humano.

Ø Desarrollar valores y actitudes saludables sobre sexualidad.

Ø Desarrollar las habilidades interpersonales: la educación de la sexualidad puede ayudar a desarrollar habilidades en la comunicación, la toma de decisiones, la asertividad.

Ø Desarrollar la responsabilidad: el abastecimiento de la educación de la sexualidad ayuda a las personas a desarrollar su concepto de la responsabilidad y a ejercitar esa responsabilidad. Así como aprender a decir que no a situaciones de abuso y explotación sexual.

Docente a cargo

Prof. María Marta Castro Martín

Informes en info@estimulosadecuados.com.ar